viernes, 1 de febrero de 2013

SALVADOS POR UNA MUERTE.EXTRAÑA.

La anciana caminaba torpemente por los pasillos del monasterio,siempre con un rosario entre las manos ,rezaba en silencio, para adentro,sus labios temblorosos repetían las oraciones sin descanso,era la única forma de mantener entretenido al monstruo que habitaba en su conciencia,un monstruo que la atormentaba en soledad, un monstruo que la visitaba en pesadillas de bebes ensangrentados,llorando y lanzando terribles gritos de agonía mientras con los ojos cerrados aún buscaban con sus manitas el calor y el sonido del corazón de su madre.
La anciana nunca soltaba el rosario,nunca dejaba de rezar, era su penitencia, sabia que si dejaba de hacerlo el monstruo aparecería nuevamente para recordarla que ardería en los infiernos eternamente,había conseguido evitar el juicio entre los humanos y ahora se preparaba para afrontar el del mas allá, a veces hubiera preferido morir de verdad y que los hilos que tuvo que mover la iglesia para manejar a la marioneta de la justicia nunca se hubieran orquestado para inventar su propia muerte y así evitar un escándalo demasiado vergonzoso y cruel para el poder,con su muerte el caso se archivaba y todo lo sucedido en esos hospitales  quedaba como si jamás hubiera sucedido. Llevaba un peso en el alma,un peso de cincuenta años al servicio del terror, ese alma que siendo una adolescente entregó a dios para ayudar misericordiosamente a los desvalidos.

Natividad Pérez Roldan, hija de Pedro Pérez del Casar y de Eugenia Roldan Peña,era la sexta de ocho hermanos nacidos todos ellos en Fresnedilla de la Cabeza,una pequeña aldea de no mas de 100 habitantes en la provincia de Segovia. De origen humilde Nati como la llamaban todos sus amigos y familiares pronto empezó a colaborar en las tareas de la casa,apenas sabía andar y ya andaba ordeñando las ovejas y sacándolas a pastar.Eran tiempos difíciles y con mucho esfuerzo y trabajo la familia intentaba esquivar el hambre y la miseria.Pedro, el padre ,contaba con  un rebaño de cincuenta ovejas que explotaba para Emilio el señorito y autentico dueño no solo del rebaño sino de la casa y de gran parte de los terrenos municipales, heredados de Tomas un tío suyo que murió sin descendencia y que fue alferez en la guerra.De los beneficios obtenidos del cuidado del rebaño Emilio el señorito pagaba a Pedro un mísero salario que apenas le alcanzaba a este para cubrir las necesidades más básicas de su familia. Ni Nati ni sus hermanos fueron nunca a la escuela  y ni siquiera tuvieron la posibilidad de ver un libro en sus infancias yunteras.
Nati al cumplir los trece años de edad por decisión de sus padres fue enviada a servir en una casa de una familia pudiente de Madrid, era la única forma de que la joven buscara un futuro más esperanzador que el de la miseria,el hambre y el frío de la vida en la aldea.
Así que siendo apenas una adolescente se vió de repente metida en un tren ,cargada con dos maletas,un queso y una hogaza de pan camino a la gran ciudad.Sola y aturdida se alejaba para siempre de la que había sido su realidad hasta ese momento, atrás quedaban las tardes de verano en la huerta,los baños en el río,los juegos en la higuera, y los paseos hasta el manantial,pero también las largas jornadas de duro trabajo con el ganado y el hambre,sobre todo el hambre.
Al llegar a Madrid la recibe en la estacion de Atocha, Gloria su futura jefa y su nueva madre adoptiva, era hija de un piloto de la legión Cóndor y de una enfermera voluntaria de las juventudes falangistas que se conocieron en Madrid al acabar la guerra y Gloria surgió fruto de ese encuentro,la señora Gloria a su vez estaba casada con Ernesto hijo de una familia Vallisoletana dedicada desde hacía décadas a negocios relacionados con el mantenimiento de las obras de arte en iglesias y catedrales. Vivían en un piso grandísimo del barrio del Pilar,con todo tipo de lujos y de obras de arte. Nati no paraba ni un segundo en todo el día, aparte de cocinar,limpiar,planchar y comprar en sus tareas se incluía el cuidado de dos gemelas de apenas un año de edad y un bebé de tres meses que alimentaba a biberones cada tres o cuatro horas, y al que  no sabía porque extraña razón su madre jamás le dió el pecho.
El único momento de libertad para Nati eran los domingos por la tarde,la señora Gloria la dejaba salir a pasear por el retiro después de ir a misa.Y fue allí precisamente donde Nati conoció a Germán un joven que prestaba el servicio militar en Madrid. Germán era hijo de Inocencio y Federica ambos naturales de hoyo de Ontanares  un pueblo de la provincia de Salamanca, Germán había trabajado de jornalero toda su vida hasta que el ejército lo requirió para servir a la patria.
Y fue allí,una soleada tarde de domingo Nati y German observaban  la estatua al ángel  caído,al ángel descollado y cayendo en vertiginoso descenso hasta los infiernos,los dos miraban perplejos la única estatua del mundo consagrada al príncipe del mal, y de pronto sus miradas se cruzaron y sus ojos se encontraron.
Así pasaron unos meses y todos los domingos religiosamente los dos jóvenes se encontraban bajo la misma estatua que fue testigo de como la amistad se transformaba en amor. 
Una mañana Nati fué a despertar a las gemelas para darles el desayuno,pero algo no parecía ir bien,sintió una nausea profunda que casi la hace vomitar en el salón,después un fuerte mareo y la vista se le nubló por momentos,se sentía débil y cayó en la cuenta que desde hacía un par de meses no había vuelto a manchar.
Nunca nadie la había explicado nada acerca de la sexualidad pero intuía que su cuerpo albergaba una vida aparte de la suya.Pasaron unas semanas y los vómitos y mareos se hacían cada vez más frecuentes y así su vientre comenzó a abombarse poco a poco. Germán para aquel entonces ya había cumplido el servicio militar y su deber para con la patria, era el momento de volver a su pueblo. Fermín su abuelo era propietario de una pequeña bodega y ahora que los años le impedían seguir trabajando, a Germán se le abría un futuro prometedor. Soraya era la prima de Fermín ,una prima a la que nunca conoció por culpa de un enfrentamiento familiar por temas de una herencia de tierras y el matrimonio entre Soraya y Fermín cerraría para siempre viejas heridas y además todo quedaría en familia.Así que Nati se quedó sola,embarazada y asustada,tenía miedo de la reacción de su familia natural y de la adoptiva al enterarse de que iba a ser una madre soltera.
Al sexto mes de embarazo era imposible disimular aquel bulto de su vientre y Nati se armó de valor y confesó su estado a la señora Gloria.Esta lejos de enfadarse o escandalizarse se mostraba muy comprensiva y contenta y la dijó que no se preocupara ya que ella misma se encargaría de que estuviera perfectamente atendida durante el parto. La acompañó en varias ocasiones a una clínica religiosa donde su marido solía hacer negocios con médicos y curas.La tranquilizaba diciendola que iba a estar muy bien atendida por unos profesionales muy preparados y por unas monjitas muy buenas que se encargarían de que su bebé viniera al mundo sano y feliz.Pasaron las semanas y una mañana al despertar Nati sintió las sábanas mojadas bajo sus piernas y un dolor infinito en su bajo vientre,las contracciones empezaron justo en el momento en el que el señor Ernesto la bajo del coche junto a la clínica de sus socios. Nati gritaba por el dolor terrible y fue llevada a toda prisa a uno de los quirófanos donde varios medicos y monjas la sujetaban la cabeza y la abrían las piernas para ayudarla a dilatar,empujaba con todas sus fuerzas y en cada esfuerzo ponía la vida en ello,le pareció que iba a partirse en dos ,cuando en ese momento sintió resbalar entre sus piernas como si fuera un pez un bebé.
El bebé rompió a llorar con una tremenda energía,era el llanto  de un ser que se aferraba a la vida con una fuerza indescriptible y en ese momento cuando se fué a incorporar para abrazarlo una aguja se clavo en su antebrazo izquierdo,lo último que recuerda de aquel instante fue a la monja que la decía con una sonrisa inquietante que con esto se le pasaría el dolor.
Al despertar y tomar conciencia de lo que había pasado preguntó por su bebé,aquel bebé que tanto deseaba y que llevo dentro de su cuerpo durante 9 meses, la misma monja que la pinchó la dijo que había nacido muerto, y que dios lo había querido así.
Creyó enloquecer el dolor que sentía en el alma era infinitamente superior al del parto y las lagrimas corrían por sus mejillas como dos torrentes desbocados,no podía creerlo,ella misma escucho el llanto de su bebé,ella lo vió por un instante y lo escuchó hasta que el narcótico la durmió profundamente. Exigió ver el cadaver quiso verlo al menos una vez y aquella siniestra monja le llevó el cadaver de aquel niño congelado que tantas otras veces había suplantado a otros bebes que habían muerto en el parto. Nati lo abrazó y lo besó y no se dió cuenta de que estaba helado, el dolor no la permitía pensar.
La monja la dijo con un tono desafiante que quizás dios lo llevo con él para evitarle una vida infernal junto a una madre adultera. Nati quiso morir ante aquellas palabras.
Mientras en alguna parte del hospital Ernesto y Gloria cerraban cuentas con médicos y curas
sobre los miles de pesetas que se iban a enbolsar gracias a esa niña que iría a vivir con Sergio ,capitan de las fuerzas armadas del ejercito del aire y Begoña hija de un excombatiente caído en la batalla del Ebro por España y por dios.

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